jueves, 5 de junio de 2008

Le monde où je dors









"Nada puede superar el inconveniente de un sujeto que se hunde porque su otro adopta un aire ausente, mientras existen todavía tantos hombres en el mundo que mueren de hambre, mientras tantos pueblos luchan duramente por su liberación."

Roland Barthes

-Fragmentos de un discurso amoroso.

Allí estaba: ese era el mundo a través de la ventana, a través de la lluvia, a través de horas sin dormir. Allí estaba el mundo, uno en el que las lluvias caen hacia abajo, los edificios se construyen hacia arriba y en el que se me permite replegarme en mi madriguera, bajo la forma de desmayo o de sueño.

Como en un dibujo de Escher, como en una verdadera pesadilla, el mundo da muestras de estar también de este lado de la ventana. Puede que sea la dialéctica, algún secreto que Hegel no descubrió antes de morir, que se me viene a revelar ahora, a mí, a mi limitado intelecto, justo cuando me estoy desvaneciendo en el sopor.

La Idea se desenvuelve sobre mí, confiada, segura de que soy una herramienta útil para llegar a sí misma. Pero me duermo. La Idea pasa de largo, frustrada. Yo, también frustrado, estoy dormido. Del otro lado del sueño también hay una ventana y una Idea que se retira sombriamente.

Por momentos, me despierto, me aseguro de haber estado dormido, vuelvo a dormirme convencido de que no estaré seguro de haberlo hecho hasta no despertarme para comprobarlo. El rostro familiar que me reconoce desde el otro lado de la ventana del sueño practica una sonrisa que soy incapaz de concebir fuera del sueño, sonríe con un intensidad irreal, se aproxima a mí, que no se donde estoy, pero no hace falta, porque no puedo imaginar cómo podría alguien correr hacia mí. La soledad me aplasta. Inseguro de estar verdaderamente dormido me despierto a verificarlo, el encuentro se interrumpe. Se hubiera interrumpido aunque hubiera estado despierto, me hubiera dormido para añorar la vigilia. Ya lo hice una vez.

Allí, del otro lado de la ventana, hay algo que no alcanza siquiera a ser el mundo.

No hay comentarios: