miércoles, 4 de junio de 2008

Another available cheeks (Vanilla light)


"Mi vecino de habitación tiene la misma queja. Cuando por la noche me despierto, lo oigo darse vueltas. Y entonces tose. Sigue en silencio y toso yo. Y él vuelve a toser. Y así sigue largo rato. Hasta que me da la sensación de que somos comodos gallos llamándose uno al otro en un falso amanecer."

Katherine Mansfield

Una luz color vainilla entra al amanecer por el boquete de mi pared. Los rayos de sol se entrecruzan para formar una red que tamiza en polvo de cemento, haciendo que sólo lo más fino y puro de este caiga sobre mi cabeza. Me despierto cada mañana con la luz de un cuadro de Monet y con el grito de un siciliano que declama mi nombre.
Entre sueños soy informado de que cometí un nuevo atropello, del que no tengo conciencia y al que sólo la imaginación mediterránea de mis rentistas puede tener acceso. Asiento, humildemente, ofrezco la mejilla que me queda y me prometo tratar de entender la situación en cuanto despierte.

Una vez más, el hígado y las lentejas me han salvado de una anemia que nunca tuve y de una carencia de vitaminas que sigo esperando. Mientras tanto, me han dejado en la boca, un sabor como el que debe sentir cualquier gato bien cuidado.

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